28/02/15

Poner blanco sobre negro

 

 

 

Parece que en la política local debemos empezar a normalizar que lo blanco es negro y lo negro es blanco. En la puja por el poder, todo vale, si de lo que se trata es de perpetuarse en espacios que ya no son propios. La dinámica de lo social impone a todo aquel que se dedique a la práctica política una gimnasia que ya no todos tienen. Pero no todo es lo mismo. 

Arroyo Seco ha alternado siempre por la conducción de su máximo cargo entre dos partidos, a saber, el PJ y la UCR. Todas las desavenencias siempre se resolvían en el marco de los consensos internos de cada partido y luego surgía el candidato. 

Pero las cosas han cambiado, la irrupción del PRO en la provincia no ha dejado exenta a nuestra ciudad. Y en esto me quiero detener un poco. El partido PRO es relativamente nuevo para nuestra democracia, pero sus características, lejos de ser novedosas o renovadoras, traen consigo lo más rancio, a mi entender, del conservadurismo nacional, sin perjuicio esto, de su legitimad política e ideológica. 

Es lo que se conoce en la literatura política como un partido de derecha, conservador y pro mercado, ¿qué quiere decir esto?, ¿es censurable tal posición?. Todo depende desde que lugar se lo mire. Si uno es un trabajador común, ya sea estatal o privado, jubilado, comerciante pequeño o grande, estudiante en cualquiera de los niveles o perteneciese a sectores marginales  donde la ayuda del Estado es indispensable, habría que mirar con cuidado si es que decide apostar por una alternativa como ésta. 

¿Por qué debería tener cuidado si pertenezco a cualquier de los sectores que mencioné? Principalmente porque sus postulados son claros. Ser pro mercado, es una posición ideológica, es la forma en como todos los partidos de éste cuño ideológico conciben al Estado.  Ellos promueven la retracción del Estado y la expansión del mercado. No quieren un Estado contralor, si no más bien un Estado ausente. Si el Estado se ausenta lo que se presenta indefectiblemente es la expansión del mercado que solo se puede controlar, según los ideólogos de dicha doctrina, por  la mano invisible del mercado, figura infausta que ya hemos conocido y padecido en la década del 90. 

No hay que ser un versado en política para entender que si se deja libre al mercado, este se mueve en pos de su propio beneficio. Beneficio fácil de dilucidar, sólo persigue la concentración de las riquezas en pocas manos. La pregunta es sencilla, ¿si un sector que se denomina mercado, cuando se lo libera y no se lo controla actúa en pos de sus propias riquezas, he intenta concentrarla en sus pocas manos que pasa con el resto? 

Si están pensando que el resto se empobrece, han dado en la tecla de lo que quiero decir. Así de sencillo, cuando el Estado se retrae, el mercado avanza, las riquezas son absorbidas por un minúsculo sector y el resto,afuera. Ahora sigamos con el análisis; ya tenemos, en el caso que partidos como el PRO gobiernen, algo claro, que hay gente que queda adentro y gente que queda afuera, adivinemos juntos quiénes son los de afuera….., si adivinó, si está pensando en los trabajadores, estudiantes, jubilados, profesionales, comerciantes y en los más pobres de nuestra sociedad es porque hemos entendido que quieren para nosotros, y digo nosotros ya que como no me siento mercado, ni lo soy, es evidente que mi destino y el de ustedes es la intemperie. 

Imagino que muchos de los que lean esto dirán, ¿pero no fue el peronismo que trajo ésta ideología en los 90?, ¿no fue Menem y el partido justicialista el que llevó adelante el plan neoliberal? 

A la primera pregunta le corresponde un rotundo NO, y a la segunda un rotundo SI. Aclaremos, el peronismo es un movimiento, una forma de estar en el mundo, un sentir y un hacer, cuya construcción dogmática es clara, y está basada en los tres pilares ya conocidos, "Independencia económica, soberanía política y justicia social", y debe entendérselo no como algo desarticulado, si no como un solo concepto, no se puede dar uno de los postulados, sin que se dé el otro. 

Para llevar adelante su doctrina, bregó por la presencia de un Estado como contralor del mercado,  interventor y director de la economía, así pudo repartir las riquezas generando la tan ansiada justicia social (que a los conservadores tanto les molesta). Así las cosas, nunca el peronismo, ni ninguno que se diga peronista, puede confundirse en esto. Por eso, no fue el peronismo, ni ningún peronista, por lo menos como yo lo entiendo, los que llevaron a delante el desastre noventista. La respuesta a la segunda pregunta nos ayudará a  transparentar mejor esto. El partido justicialista es la herramienta burocrática donde se estructura la dirigencia en pos del poder, y hay que diferenciarlo del movimiento peronista y del pueblo peronista, son tres cosas distintas.

Lo que hizo Menem fue entregar al liberalismo, la herramienta partidaria, traicionando los más elementales postulados de la doctrina peronista. Menem no fue ni será un peronista, y debe ser recordado como un traidor al movimiento y a la patria, debemos grabarnos esto, porque la desidia sufrida en los noventa está preparada para desembarcar nuevamente, pero hoy, con su propio partido, SI !!!, volvió a adivinar, está pensando en el PRO, está en lo cierto entonces, la resaca noventista construyó su propio barco y está con nosotros, amenazantes, ávidos de saquearnos de nuevo, de arremeter con nuestros proyectos, nuestros intereses, allí están !!!, identifiquémoslo !!!, que no se nos escapen, que no nos vengan a decir que lo hacen en nombre del peronismo, gritémosle en la cara !!!, falaces !!!, infames !!! 

Si nos vienen a robar nuestro destino, nuestras esperanzas, si vienen a derrumbar lo construido, háganlo con su propio nombre y sepan que el pueblo no olvida a los impostores que ni si quiera tienen la valentía de mostrarse como son, por eso debemos estar atentose imponerles al NEGRO de la mentira, el blanco escarmiento de la verdad….


AXEL TROTTE

 

 

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